domingo, 17 de septiembre de 2023

Quintaesencia - Xavier Terri

Capítulo 56

Quintaesencia.
(Por Xavier Terri Castañé)






He recibido la amable invitación de Quintín Garrido para participar en el proyecto “Easy Pieces” sobre aspectos esenciales de nuestro pasado que despertaron en nosotros la curiosidad por el Conocimiento Científico.

 En este proyecto participan científicos de habla hispana, españoles en su mayoría, de reconocido prestigio internacional, motivo por el cual, siendo yo un completo desconocido, me siento felizmente halagado por la oportunidad de participar en él.

Mis mejores credenciales son haber realizado un detallado análisis crítico de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y, tras él, haber presentado varias propuestas alternativas con la intención de subsanar los aspectos confusos y conflictivos, antes destacados en dicho análisis, de la teoría einsteniana. Fruto de todo ello he creado, con tiempo y esfuerzo, una teoría alternativa a la Relatividad General de Einstein y, además, una alternativa a las Transformaciones de Lorentz einstenianas, a las que he nombrado transformaciones relacionales, que solucionan la famosa paradoja de los gemelos de la Relatividad Especial de Einstein. A la teoría alternativa a la Relatividad General de Einstein la he denominado Teoría Conectada.

Tales propuestas alternativas han tenido la suficiente resonancia en la “red global” como para justificar mi participación en este proyecto, cuyo objetivo, más que hablar de teorías científicas en sí, es, entre otras cosas, rescatar de la memoria de sus participantes aquellos aspectos biográficos esenciales que despertaron su curiosidad y amor por el Conocimiento Científico.

También he desarrollado, aparte de mis teorías, varios escritos epistemológicos acerca de mi visión personal de lo que, filosóficamente hablando, puedan ser o representar las teorías de la Ciencia Física. Todos ellos muy influidos –de la nada, nada nace- por los conocimientos que se conservan del pasado, principalmente los conocimientos que nos han legado los grandes gigantes del Pensamiento Clásico: Platón, Aristóteles, Descartes, Hume, Kant, Wittgenstein, Popper, ….

Fig. 1 La escuela de Atenas de Rafael Sanzio (Estancia de Rafael en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano). Dominio público: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3635235


Tanto la parte más científica de mi trabajo como este último aspecto, de reflexión filosófica, pueden ser buscados en internet a través de Google. Mis escritos se encuentran, sobre todo, en bubok.com y en viXra.org, organización, esta última, creada por el eminente matemático Philip Gibbs como una alternativa a arXiv, que da la oportunidad de presentar y publicar trabajos originales de autores heterodoxos.

El Conocimiento nace de nuestra curiosidad innata, y adquiere su verdadero valor cuando ésta está orientada con asombro hacia los grandes Misterios de este Mundo. En pleno siglo XXI, son ya muchos los gigantes históricos del Pensamiento que nos preceden en la incesante labor de intentar desentrañar los misterios de la Naturaleza y cuyo legado constituye un patrimonio universal de la Humanidad, fuente inagotable de Conocimiento.

Una de las formas más directas con la que podemos acceder a él es a través de la Lectura, tanto de las grandes obras clásicas, irrenunciable tesoro de incalculable valor, como de las obras relevantes de los autores contemporáneos. La lectura de tales obras, aunque con el paso de los años parece que podamos olvidar parcial o incluso totalmente, las grandes enseñanzas en ellas contenidas, determina nuestro pensamiento actual.

A mediados de la década de los 70 yo era un voraz lector de los inolvidables “cómics” clásicos de la época, entre los que se encontraban, además de otros muchos, las “Joyas Literarias Juveniles” de Editorial Bruguera. Su lectura era una forma amena de entrar en contacto, desde edades tempranas, con los grandes clásicos de la Literatura Universal. Es de este modo como descubrí a Emilio Salgari, Charles Dikens, … y el modo por el cual, aun actualmente, siempre intento añadir a mis escritos alguna referencia literaria que pueda complementar y aclarar, certeramente, el sentido de los mismos.

Fue también por esta época cuando descubrí “Las Aventuras de los Cinco”, genial creación de la inolvidable escritora británica Enid Blyton. Devoré en poco tiempo la colección completa. En sus fascinantes e imaginativas aventuras “Los Cinco” resolvían intrincados enigmas delictivos. Desde que leí las obras de Enid Blyton siempre he establecido un paralelismo entre la resolución de enigmas policiales y la disciplinada y rigurosa labor científica de desentrañar los misterios de la Naturaleza, o, incluso se podría decir, el arte de intentar formular preguntas certeras y adecuadas para, después de un detallado y riguroso análisis, intentar, en correspondencia, responderlas certera y adecuadamente.

Mucho tiempo después, siguiendo esta misma línea que empieza incluso antes de la lectura de aquellos maravillosos “comics”, conocí a Edgar Allan Poe, creador de obras inmortales como “Los Crímenes de la Rue Morgue” y “La Carta Robada”, las cuales admiten diferentes niveles de lectura y que, en interpretación libre, permiten identificar a su principal protagonista, el detective Auguste Dupin, con el Isaac Newton de los enigmas policiales. A veces las cosas son difíciles y a veces no tanto. La Verdad, nos advierte Poe magistralmente, a veces se manifiesta en la superficie de las cosas y no siempre hay que ir a buscarla al fondo de un pozo.

Como apuntábamos antes, de la nada nada nace. Todo lo que hemos leído, aún sin ser conscientes, forma parte de nuestro bagaje cultural actual, y es determinante para nuestra actividad creativa del presente. Toda nuestra memoria, todos los conocimientos adquiridos en el pasado, tanto los que recordamos conscientemente como los que afloran a la superficie desde las profundidades de lo inconsciente, son cruciales y completamente determinantes para nuestra disciplinada labor creativa actual. Es imprescindible y necesario conocer para crear y cuantos más tipos diversos de conocimiento tengamos tanto mejor. Haciendo además caso omiso de cualquier posible discriminación o falsa dicotomía, que con demasiada frecuencia se impone, entre las denominadas Cultura de Letras y Cultura de Ciencias. Los grandes científicos han sido siempre también grandes humanistas. Santiago Ramón y Cajal es un excelente ejemplo de ello, sin ir más lejos.

Mientras cursaba octavo de la extinta EGB apareció una enciclopedia temática, coleccionable por fascículos semanales y que aún conservo debidamente encuadernada, denominada “Salvat Estudiante”. La colección estaba dirigida, entre otros reconocidos profesores, por el Profesor Jesús Mosterín, y ofrecía excelentes artículos, clasificados por temáticas, que abarcaban un amplio espectro del Conocimiento Humano. La colección constaba de 10 tomos y en el décimo se reunían, con completo acierto y compartiendo el mismo lugar, la Lingüística y la Matemática: establecer nuevos puentes entre la Cultura de Letras y la Cultura de Ciencias, las cuales guardan una estrecha relación entre sí, nos permite, sin duda, comprender mejor este misterioso Mundo.

La Enciclopedia transmitía al Estudiante, al igual que ya se hacía en la Escuela, amor por el Conocimiento en mayúsculas. Todos los artículos publicados, de casi cualquier área del Saber, eran rigurosas a la vez que amenos y fascinantes. De entre todos ellos había uno en concreto que cautivó poderosamente mi atención. Se trataba de una temática que no formaba parte, lógicamente, de los estudios primarios de la Escuela. Dicho artículo, casi furtivo, versaba sobre la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y estaba incluido, si no recuerdo mal, en alguno de los 3 primeros tomos de la colección.

Los aspectos relevantes de la teoría de Einstein, la relatividad del tiempo, los viajes espaciales y la equivalencia entre masa y energía, son muy llamativos y fantasiosos. Son ideales para cautivar fácilmente, despertando el amor por la Ciencia y el Conocimiento, el espíritu de asombro de un estudiante adolescente. Lo que más me llamó la atención era que aquella masa “m” que aparecía en la 2ª ley de Newton –la Ciencia Física ya se empezaba a estudiar en 7º de EGB- fuera equivalente a la etérea energía “E” relativista, pues, de tal modo se establecía una sorprendente e inesperada relación entre diferentes aspectos del Mundo que, en principio y a pesar de formar parte de una misma disciplina del conocimiento, no parecía que guardaran entre sí una relación tan estrecha y relevante. Sin duda, establecer nuevas relaciones, conexiones, y sorprendentes puentes entre distintos saberes, incluso cuando son aparentemente disjuntos, es uno de los requisitos fundamentales para la creación de nuevas e innovadoras obras.

A partir de aquí siempre continué leyendo, en paralelo a la excelente educación secundaria de aquella época, todo tipo de revistas relacionadas con estos temas, algunas bastante generalistas pero amenas a la vez que rigurosas como “Algo”, “Conocer” y “Muy Interesante”, y otras más especializadas como “Investigación y Ciencia” y “Mundo Científico”.

Recuerdo especialmente que, mucho tiempo después, fueron publicados una serie de 6 o 7 artículos geniales acerca de la Teoría de la Relatividad en “Muy Interesante”, aquella teoría por la que yo me había fascinado hacía tanto tiempo y cuyo primer conocimiento sobre ella, que en estos momentos puedo recordar, fue gracias a la enciclopedia “Salvat Estudiante”.

Desde entonces y casi hasta el día de hoy no he parado de leer todo tipo de obras, literarias y científicas, y, muy frecuentemente, los grandes Clásicos de la Filosofía.

Entre ellas “Seis Piezas Fáciles” subtitulada “La Física explicada por un genio” de Richard P. Feynman editada por Crítica, con introducción de Paul Davies y prefacios de David L. Goodstein y Gerry Neugebauer y del propio Feynman y traducción al castellano de Javier García Sanz la cual se puede entender como centro de gravedad, o casi, a cuyo alrededor gira este ejemplar proyecto “Easy Pieces” que nos ocupa.

¿Qué mejor manera de introducirse en el mundo de la Física que con la lectura de un texto, ameno a la vez que riguroso, de una obra de Richard P. Feynman, Premio Nobel de Física (compartido) en 1965?

Los 6 capítulos de “Seis Piezas Fáciles” despiertan en el lector el amor por muchas áreas del Conocimiento y los vínculos que entre ellas se puedan descubrir. Claramente esto es manifiesto en el capítulo 3, titulado “La relación de la Física con otras ciencias”, donde Feynman trata sobre Química, Biología, Astronomía, Geología y Psicología.

El capítulo 5, “La teoría de la gravitación”, está relacionado directamente con mi trabajo, sobre el cual hablaba al principio de este texto y cuyo fruto ha sido “La Teoría Conectada”, la teoría alternativa a la Relatividad General de Einstein. En todo mi trabajo siempre me he subido, aun críticamente, sobre los hombros históricos de los gigantes del Pensamiento del pasado. He dedicado tiempo y esfuerzo, de este modo, en intentar establecer nuevos puentes.

Termino con las últimas palabras de este quinto capítulo de las “Easy Pieces” de Richard P. Feynman:

Los aspectos mecanocuánticos de la naturaleza no han sido todavía trasladados a la gravitación. Cuando la escala es tan pequeña que necesitamos los efectos cuánticos, los efectos gravitatorios son tan débiles que la necesidad de una teoría cuántica de la gravitación no se ha desarrollado todavía. Por otra parte, para la consistencia de nuestras teorías físicas sería importante ver si la ley de Newton modificada en la ley de Einstein puede ser modificada posteriormente para ser consistente con el principio de incertidumbre. Esta última modificación no ha sido todavía completada. 1






Notas:
1 Nota del coordinador: En el justo momento de editar este texto, 13/09/2023, se está desarrollando en Madrid, en el incomparable marco del Real Jardín Botánico, el congreso Swamplandia. 
El Instituto de Física Teórica y la Universidad de Harvard coorganizan este evento acerca del Programa Swampland, el más numeroso hasta la fecha. Multitud de expertos internacionales se reúnen en busca de una teoría de gravedad cuántica. Estaremos muy pendientes de todas las noticias que este congreso arroje.





Xavier Terri Castañé.
Licenciado en Ciencias Físicas.
Cruz Roja Española, Amnistía Internacional, CRIS, Fundación Aladina, ….


Créditos Música:
104 2.14
Soundtrack by Alex-Productions | https://onsound.eu/
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