martes, 14 de mayo de 2024

Por qué (divulgar) la Física nos hace humanos - Laura Marcos Mateos

Introducción

Por qué (divulgar) la Física nos hace humanos.
(Por Laura Marcos Mateos)






La Física permite describir los fenómenos más relevantes del funcionamiento de la naturaleza. Pero, sin duda, el estudio de la Física es también para aquellos que con más intensidad, como harían artistas y filósofos, se preguntan qué nos hace humanos.

La búsqueda del conocimiento es uno de los rasgos más característicos de nuestra civilización. Desde aquel primate que se quedó mirando a la Luna y se preguntó por qué estaba ahí, pero también cuestionó al dedo que la señalaba y quiso saber por qué tenía esa forma y no otra. Por tanto, si bien la Física es la ciencia que trata de dar respuesta a los mayores misterios del universo, como de qué está hecha la materia y cuál es el origen y destino de la misma, descifrar el cerebro humano tal vez sea una de sus empresas más ambiciosas.

Las primeras décadas del siglo XX fueron revolucionarias en el estudio de la Física. Es imposible vislumbrar la magnitud de la ola cuando todavía la estás surfeando. Y la ola a la que nos referimos se denomina mecánica cuántica. El mismo Einstein se negaba a creer que el universo podía obedecer a unas leyes cuánticas, puesto que aquel postulado se alejaba de la perfección predecible con la que él había formulado –tan acertadamente por otro lado– el tejido espacio-tiempo.

Richard Feynman (Nueva York, 1918) fue uno de los primeros científicos que desarrolló algunos de estos postulados con brillantez, alcanzando una comprensión casi completa de la electrodinámica cuántica. Una de sus aportaciones más célebres fue la famosa integral de camino. Mediante este método, un enfoque que parte del principio de mínima acción, se puede calcular todas las trayectorias posibles en una transición entre dos estados cuánticos. La integral de camino, con sus múltiples usos, es hoy una herramienta imprescindible para cualquier investigador moderno.

Por otro lado, Feynman ideó los partones mientras trabajaba en el Acelerador Lineal de Stanford en el estudio de la dispersión de electrones de alta energía por protones, proceso que no se comprendía completamente. Feynman propuso la existencia de partículas subatómicas dentro del protón, a las que llamó partones. En el contexto moderno, los partones son entendidos como los quarks y gluones que componen los hadrones (protones y neutrones).

Además, Feynman era un humano muy interesante. Cuentan que era un hombre muy atrayente, magnético. Poseía una divertida excentricidad, como su gusto por tocar los bongos con maestría. Pero una de sus características más distintivas era su asombrosa capacidad de transmitir el conocimiento. Ejemplo de ello son sus famosos diagramas, representaciones gráficas de las interacciones de las partículas elementales, con los que Feynman logró simplificar visualmente complejos cálculos matemáticos. Los físicos teóricos comentan que su colega Schwinger –con quién compartió el Nobel en 1965– prohibió a sus alumnos usarlos en clase para que tuvieran que realizar los cálculos completos… aunque al parecer el mismo Schwinger usaba los diagramas en secreto.

Esta ambición por la transmisión del conocimiento era fruto de la generosidad de un humano tan singular como Feynman. Su pasión por la labor educativa le permitió crear obras didácticas de tanto calado como las que aquí nos ocupan: Feynman Lectures on Physics. Estas conferencias no son más que la rigurosa recopilación de una serie de clases magistrales impartidas a sus alumnos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), publicadas en tres volúmenes entre 1963 y 1965.

Estuvo en el Laboratorio de Los Álamos –donde se había desarrollado la bomba atómica bajo la dirección de Robert Oppenheimer–. Allí, su trabajo había consistido en calcular el rendimiento energético de una explosión nuclear, labor que desarrolló junto a Hans Bethe. Feynman se incorporó como docente al Caltech en 1950, tras su paso por la Universidad de Cornell (donde estuvo también con Hans Bethe).

Fig. 1 Fotografía de Richard Feynman en 1950, posiblemente en la Universidad de Cornell. 1.10-51. Caltech Images Collection, Images. California Institute of Technology Archives and Special Collections.


En Caltech permanecería el resto de su vida, entregado a la labor educativa. Quien hubiera presenciado sus exposiciones podría hablar, no solo de meras conferencias, sino de auténticos espectáculos performativos, estimulantes por igual para estudiantes y profesores: una celebración de la curiosidad humana y un ejercicio apasionado y desinteresado de divulgación que continuaría inspirando a varias generaciones de físicos/as. Cabe mencionar también, como brillantes ejercicios educativos, sus obras The Character of Physical Law (1965) y QED: The Strange Theory of Light and Matter (1985). En ellas, nuevamente destilaciones de sus conferencias orales, Feynman expresa sus impresiones, no solo de la mecánica cuántica, sino también del método científico, las relaciones entre la ciencia y la religión, y el papel de la belleza y la incertidumbre en el conocimiento científico.

Y, ¿por qué el legado educativo de Feynman nos ayuda a ser humanos? Porque no hay acto más generoso que el de compartir el conocimiento científico, este que se presenta tras largas trayectorias académicas encorsetadas en cursos burocráticamente encadenados en una institución educativa, con sus propias reglas y requisitos de admisión. Sin divulgación, esta obra no sería colectiva, sino de unos pocos privilegiados que pueden acceder a ella, tras años de tesis y postdoctorados, de estancias internacionales y congresos científicos. Cuando hablamos de divulgación, algunos ponen sobre la mesa palabras clave como “labor obligatoria” o “dinero público”. Para mí, se trata de uno de los mayores actos de generosidad. Divulgar nos hace humanos. La física nos hace humanos. Y las Conferencias de Feynman son uno de los grandes exponentes del siglo XX de este delicado y elegante ejercicio de cooperación humana.




Laura Marcos Mateos.
Periodista especializada en Comunicación Científica.
Departamento de Comunicación y Divulgación.
Instituto de Física Teórica (IFT).
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).


Créditos Música:
244 3.14
Take A Walk by Keys of Moon | https://soundcloud.com/keysofmoon
Creative Commons / Attribution 4.0 International (CC BY 4.0) https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/


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